EXPERIENCIA COMPOSTAJE RESTOS DE PLATANERA.


 

El cultivo de platanera ocupa aproximadamente un 18,5 % de la superficie agrícola de Canarias, unas 9.563 ha, y constituye el 28,4% (160,4 millones de euros) del valor económico de producción agraria de las islas. Este sector genera 15.237 empleos, de los cuales unos 12.500 son agricultores y 2.162 empleos indirectos, a través del comercio de fertilizantes, productos fitosanitarios, material agrícola, plantas “in vitro”, etc., así como industrias locales vinculadas al empaquetado y transporte en contenedores. Estos datos ponen de manifiesto el efecto dinamizador del sector platanero sobre la economía y la sociedad canaria. En la isla de La Palma es el sector económico que más riqueza y empleo genera dentro de la economía de la Isla.

La puesta en el mercado de la producción de plátanos incluye la recolección de los racimos en las fincas, su transporte a los empaquetados y su procesado. Las labores de procesado implican, entre otras cosas, la separación de las manillas de plátanos del raquis del racimo “desmanillado”, eliminación de plátanos defectuosos, lavado y envasado en cajas para su expedición refrigerada. En este proceso se genera una serie de subproductos (raquis, plátanos y manillas maduras, rozadas, deformes y en definitiva no comerciales) que suponen aproximadamente un 13% del peso bruto que entra en el empaquetado.

Estos subproductos pueden llegar a suponer un problema en momentos en los que la generación de los mismos supera la capacidad de gestión, que actualmente incluye las siguientes alternativas:

– Alimentación del ganado, práctica que no puede ser generalizada a todas las islas, pues en algunas la ganadería está menos extendida y no es capaz de absorber la cantidad de subproductos que se generan a nivel local.

– Reincorporación directa en las fincas, sólo válido para pequeñas cantidades que sean susceptibles de biodegradación sin tratamiento.

– Traslado a vertedero controlado, con costes variables en función de la tipología y condiciones de cada isla.

– Compostaje mediante la mezcla con otros materiales disponibles a nivel local, práctica que no está generalizada y que sólo se lleva a cabo actualmente por gestores de residuos y puntualmente por alguna iniciativa privada.

Además, en estos tiempos de aumento de los costes de los insumos agrarios (fertilizantes, piensos, energía…) comienzan a surgir nuevas alternativas como por ejemplo el ensilado, alternativa que se ha ensayado por investigadores del ICIA para evaluar las condiciones óptimas para el proceso, así como su rentabilidad. La generación de biogas, o la transformación para otros usos derivados del aprovechamiento de las materias secas (fibras) del producto, si bien todas ellas se encuentran en fase de estudio.

La gestión de los residuos de platanera ha sido siempre una demanda y una preocupación del sector. La gestión de los mismos, además de suponer un gasto económico, implica un problema medioambiental que afecta a todos los habitantes de la isla de La Palma y a quienes nos visitan.

El compostaje de estos residuos, es una de las alternativas más válidas por la sencillez de su ejecución y, por generar un producto, que puede suponer una reducción de los costes de abonado del cultivo. Se mejoran además, las propiedades físicas y biológicas del suelo y se disminuye la dependencia energética y económica del exterior. La composición de los restos de empaquetado de plátano es adecuada para su compostaje, pero es necesario complementar el proceso con otros materiales para mejorar su estructura. Se da así salida a otros residuos (restos de jardinería, estiércol de cerdo, pinocha) procedentes de la agricultura, ganadería y actividad forestal de la zona.

En cualquier caso, es evidente la necesidad de diseñar y poner en práctica sistemas de gestión completa de estos materiales, de manera que esta no suponga un problema para los centros de empaquetado.

La Sociedad Cooperativa Volcán de San Juan ante el problema que suponía la gestión de estos residuos, inició hace más de siete años un proceso de investigación participativa para poder dar una solución a esta necesidad. En este proyecto se han implicado los propios agricultores que lideran la iniciativa, técnicos, personal directivo de la Organización de Productores y personal del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias. Durante este tiempo se ha conseguido optimizar el proceso de compostaje de estos residuos, contando además, con la colaboración de un ganadero de la zona que ha ofrecido un lugar propio, de manera que se pueden aprovechar tanto el estiércol, como los purines de la granja y los lixiviados del compostaje.

Esta experiencia ha demostrado la viabilidad de compostar estos residuos y los beneficios que su utilización proporciona en las fincas y en el entorno de la Isla.

En la actualidad, la Cooperativa se plantea poder contar con un lugar adecuado que permita desarrollar esta experiencia que se ha realizado a pequeña escala, con el objeto de poder gestionar todos los residuos que el empaquetado produce, a través de un sistema de compostaje. En este sentido, desde hace muchos años se ha estudiado la posibilidad de utilizar estanques abandonados y, también, la adquisición de algún terreno que permita la creación de una planta de compostaje propia.

Los Llanos de Aridane, 10 de noviembre de 2.014.